El cielo nos trae la lluvia, una lluvia fina que ablanda nuestros corazones y saca de ellos lo mejor que llevamos dentro. Esta nostálgica lluvia nos invita a caminar juntos, bajo la bóveda de mi paraguas, saboreando los colores verdes, ocres y amarillos del otoño, dejando fluir la lluvia de sentimientos que circula por nuestras venas y que tanto nos emociona. Lluvia que distorsiona, a través de los cristales del tiempo, la realidad que tenemos delante de nosotros en estos momentos. Una mágica realidad envuelta en sueños y en deseos tal vez algún día alcanzables. Dejemos pasar el tiempo mientras continuamos regando con lluvia fina de cariño nuestra preciosa amistad, irá calando poco a poco en nuestras almas.
“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa
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lunes, 12 de noviembre de 2012
Bajo una fina lluvia de otoño.
El cielo nos trae la lluvia, una lluvia fina que ablanda nuestros corazones y saca de ellos lo mejor que llevamos dentro. Esta nostálgica lluvia nos invita a caminar juntos, bajo la bóveda de mi paraguas, saboreando los colores verdes, ocres y amarillos del otoño, dejando fluir la lluvia de sentimientos que circula por nuestras venas y que tanto nos emociona. Lluvia que distorsiona, a través de los cristales del tiempo, la realidad que tenemos delante de nosotros en estos momentos. Una mágica realidad envuelta en sueños y en deseos tal vez algún día alcanzables. Dejemos pasar el tiempo mientras continuamos regando con lluvia fina de cariño nuestra preciosa amistad, irá calando poco a poco en nuestras almas.