Llegaste a mi vida sin un “por
qué”,
Sin sentido,
Sin explicación.
Tan sólo sé que llegaste
Y que te has quedado,
Aquí estás,
Aquí sigues.
Ahogándome estaba
Y encontré el tronco
Al que agarrarme
Para no hundirme del todo.
En tan poco tiempo me has hecho
reír,
Y soñar.
He descubierto tu forma de ser,
Y de sentir.
Jamás pensé en un amigo así,
Como tú,
En tan poco tiempo
Y que tanto me aporte.
Por entrar en mi vida, gracias
Y por permanecer en ella,
también,
Por continuar siendo amigo,
Confidente y mago
Con el poder de ayudarme a vivir.
Ignoro cuánto tiempo durará,
Pero si esta noche acabase,
Tan sólo por estos once días,
Habría merecido la pena.
He sentido tú cálido beso y, narcotizado por sus efectos, sigo soñando contigo. La vida nos sorprende en cualquier momento y descubre dentro de nosotros unas potencialidades que estaban dormidas. Yo seré un tronco y tú la corriente que me arrastre a decirte bellas palabras, no para enamorarte sino porque me salen del alma. Sí, en estos once días te he ido conociendo, poco a poco, y cada día, asombrado, siento que te voy queriendo. Lo que estamos viviendo ha merecido la pena de no haberlo vivido antes.
ResponderEliminar