“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”.
Fernando Pessoa
Una exigua y sutil línea, Un débil y tenue filamento Que une y separa El tiempo viejo gastado Y el joven tiempo llegado.
Hoy final de etapa Mañana inicio de ciclo, Hoy diciembre helado Mañana enero congelado.
Hoy treinta y uno Mañana sólo uno, De treinta y uno.
Certezas pasadas hoy y ayer Dudas que llegan mañana y pasado Sueños que brillan ahora Para brillar después, también.
Viernes que muere dormido En sábado que nace aturdido.
Ahora 23 59 59 del 31 12 2010 Ahora 24 00 00 en la frontera 2011 2010 Ahora 00 00 01 del 01 01 2011
En un instante imperceptible En un momento irrepetible, En la frontera del tiempo, Acotando nuestras vidas Que fluyen de principio a fin, Sin fin y sin principio.
De repente llegan las ideas para dar luz a los sentimientos que súbitamente se instalaron en nuestro parabrisas ofreciéndonos un horizonte tan mágico y real como el camino recorrido que vamos viendo a través del retrovisor izquierdo, pues el derecho marca el límite del abismo que no debemos pisar pero pisamos sin estar lo suficientemente preparados para abandonar la ruta que el GPS vital ha organizado.
De repente todo puede cambiar y cambia en algún momento de nuestras vidas y en ese instante es preferible no estar preparados para que la conmoción sea mayor, agite nuestras convicciones y derrumbe el equilibrio que hemos construido a lo largo de tantos años.
De repente todo cambió: la luz y el color del cielo, el sonido de la atmósfera, el olor del aire, el gusto dulce y amargo de la vida y el tacto que damos y recibimos de las personas que nos rodean. El sentido común desaparece para ofrecernos otras realidades ocultas detrás de la rutina diaria.
De repente también llegará otra vez el orden heredado en nuestros genes, e impuesto por la sociedad, para reconducirnos a la autopista general que nos lleve al destino inicial, pero sabiendo que hay otras vías más difíciles y peligrosas con menos tráfico y más emoción que, sin duda, volveremos a transitar.
Intuyo el final que llega directo A mi último suspiro.
Se acerca veloz en el huracán, En el torbellino de la angustia Que crece a cada instante Alrededor de mi espacio etéreo.
El viento gélido golpea mi rostro Filtrándose por las rendijas tristes De mis ventanas oxidadas Por la niebla gris lluvia De tu permanente ausencia.
Golpean campanas metálicas Que anuncian una hora indefinida En esta tarde de ocaso definitivo.
Un concluyente recuerdo Asoma a mi mente nublada Iluminando como fuego de artificio Tu imagen dulce y sonriente Ajena a esta huida perpetua Del desasosiego que abrazo.
Y es ahora, en este último instante, Cuando comprendo que tanta congoja Ha sido injustificada e innecesaria.
Suena el teléfono anunciando tu nombre, Arremete tu voz que me nombra, desesperada, Sin tiempo y sin espacio para escucharte y para a
Hay una amiga, muy amiga, que es
belleza, alegría y simpatía, cada día más libre y menos atada a la tierra, es
un viento suave, ligero y cálido que cuando pasa por mi lado enciende mis ojos
con su mirada, a ella va dedicada esta poesía, su nombre es Lucía.
"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos" Julio Cortázar
"Si no me buscas puede ser que algún día me encuentres" Manolo Tena
Camino sin fin, sin meta, En busca de ti, sin mí. Te encuentro en la esquina, En mi esquina de siempre, En el giro radical de mi rumbo Hacia ninguna parte. Pero te marchas, desapareces. Quizás regreses en otro tiempo, En otra calle de otra ciudad, De otra vida, de otro mundo, De mi mundo que espera, de nuevo, Encontrarte en mi camino, Sin fin, sin meta.
Contemplo, absorto, el haz de luz Irradiada en las esferas doradas, Perfectas e inmutables, Sin principio y sin fin, Ensartadas en el eje vertical de tu yamur Rematado con la flor del misterio, Que resplandecen con rayos lucientes Uniendo tu cielo azul y mi tierra yerma Convocándome a la oración Y a la comunión con tu esencia.
Yamur que gira como faro, Como derviche giróvago, En torno al “Axis mundi” de mi vida, De nuestras vidas unidas por tus destellos De luz oro, oscilante y cautivadora, Y mi cuerpo oscuro que la absorbe En la cúpula del tiempo, En el minarete del cosmos.
Caen las hojas de álamo Como descienden las hojas Del almanaque de mi vida: Una tras otra, día a día, Lenta pero inexorablemente Acercando el desenlace final.
Sopla el viento frío Como exhala mi voz Que apagada te nombra, A favor de su corriente, Soñando que débilmente Llegue a tu destino.
Calan las gotas de lluvia Como ahogan las lágrimas Que resbalan por mi mejilla Cuando recuerdo el tiempo Escondido en el pasado, Tras un débil escalofrío.
Oculta la niebla el horizonte Como disfraza mi piel Las cicatrices del desánimo, Imposible de remontar la zozobra En una nueva primavera Que nunca vendrá a salvarme.
Llega el otoño siempre, Como mi otoño perpetuo, A acompañar mi triste hoy Envolviéndome, de nuevo, Con hojas, viento frío y lluvia gris, Otoño dentro y fuera de mí.
Han pasado los años, no tantos, y todavía está muy presente en nuestra piel y en nuestros corazones la huella marcada por el espíritu que nos unió en nuestra juventud intentando mejorar la vida de las personas, de la ciudad y de nosotros mismos.
Dejemos volar a nuestra imaginación En el bosque de la memoria Y en cielo de los recuerdos, Seguro que nos encontramos.
Después de conocerte Cada día me sorprendes, Divina la capacidad de sorprendernos.
Yo os miro con otros ojos Y os veo igual que hace años, Los cuerpos cambian algo Pero el espíritu juvenil no tanto.
Gracias primo, Tú si que eres amigo, En cuerpo y espíritu.
Hicimos guerrillas por esos campos Y reuniones con estufas de butano.
Para mí fue un día especial Reencontrarme contigo.
No me acuerdo de sus nombres, Mariano haz los honores.
Con sus ganas de “volverse a ver” Lo convirtieron en mágico, otra vez. Muchas gracias por hacernos pasar Un día tan entrañable, ¡nada más!
Escoltamos a Jana peligrosamente Y levantamos acta del evento.
Cruzamos miradas a través Del objetivo pantalla, Flores para mis amigas de antes, De siempre y de ahora.
El tablón de los recuerdos Cuenta la historia de unas vidas, Con reliquias del pasado Y yo parezco el padre de todas.
Detrás de esa cara angelical Había un hombre excepcional, Afortunada yo de haberle conocido Y tenerlo como amigo.
La aureolas colapsan Y producen distorsiones De la realidad Y de los corazones, Demasiadas emociones.
La Sección Juvenil nos unió Con amigos para siempre Y amigas clandestinas, ¡Menuda vida!
Los "tunantes" cantan A la cortina del tiempo Mientras los "nenes" hacen Fragel Como casi siempre.
Os recuerdo a todos Con cariño tremendo Gracias por hacer posible El encuentro.
En el bosque habitan nuestros recuerdos y nuestras emociones, cuidémosle para que continúe creciendo con nosotros en el tiempo.
Gracias por haber formado parte de mi vida,os quiero a todos.
Para el hombre de fe la dicha no es de este mundo. Se acomoda a los malos medios ante la esperanza de un buen fin.Y quizás esta esperanza le facilite mayor motivo de dicha que la que puede obtener aquel que busca, sin saciarse, hasta la última gota de placer. No; la realidad de la vida terrena no es para el creyente, pero tampoco para el vicioso. Para aquél la vida es una esperanza y un hastío para éste. La vida terrena es del hombre neutro; de quien no ha puesto la base de su felicidad en nada caduco, finito, limitado, aunque tampoco en una vida ulterior; de quien ha hecho de la vida una experiencia sin profundidad, altura, consistencia ni raíz...
Don Mateo Lesmes en "La sombra del ciprés es alargada" 1947. Miguel Delibes
"Siempre pienso que todo lo que hago es una mierda, pero me he esforzado por singularizarme, por crear un estilo que va de lo coral a las angustias de algún ser en concreto, algo que he conseguido en París-Tombuctú". Luis García Berlanga
Existe un mar negro y tenebroso, Que baña las costas de mi ánimo, Donde el Sol se oculta tras las nubes De mi sombrío horizonte Induciéndome al naufragio.
Es un mar profundo e inhóspito De lecho volcánico y aguas grises. Tan sólo los peces negros, En su tránsito de Alaska a Siberia, Soportan la temperatura helada.
Las gaviotas de la alegría volaron A océanos más cálidos y fructíferos Y los barcos que pescan la vida Buscan caladeros luminosos Y aguas más claras y transparentes.
Tan sólo las sirenas, condescendientes, Vienen a rescatarme, en la mar ceniza De cielo de tinieblas claroscuro, Del letargo de mis deseos frustrados Y de la melancolía que me acompaña.
Yo navego encantado y en paz En este mar triste y desolado, Pero sus cantos me hipnotizan Y me sumerjo con ellas en sueños profundos De mares azules y sentimientos anhelados.
Epílogo: Surcamos océanos y mares Amparando a los náufragos En su última singladura, Nuestra melodía les envuelve En el rumbo a otra vida. Las ninfas marinas.
Tu nombre da luz a mis sueños Que sueñan amarte. Ilumina el camino nocturno hacia ti Encontrándote a cada instante. Alumbra en la oscuridad de mi noche, De tu noche soñada conmigo. Incendia mis sentimientos dormidos Sin quemarme, sin quemarte. Deslumbra mis ojos cuando te miro Y me miras, aun sin mirarme. Encandila la piel que me cubre Reflejando tu aureola divina. Ciega mis pensamientos banales Y anula la voz que te olvida. Resplandece en amaneceres Vaciando el tiempo que estás ausente.
Despierto y sigo soñando con tu nombre, Pues no hay nada más soñado Que el amor real que sueña tu nombre.
Apostilla: He soñado que entraba en tus sueños y juntos soñábamos el mismo sueño. Despierto y estás aquí, a mi lado. ¿Seguimos soñando? Tu onírica musa nombrada
Ha llegado el veintidós, Tan pronto que no acierto A preparar algo que conmemore Este aniversario capicúa.
Tantos años juntos y tan pocos Que no abultan casi nada.
Hemos convivido en los cuerpos, En las ideas, en los sentimientos.
Pero continúa ese "tira y afloja" existencial Que todavía nos mantiene en vilo, Ayudándonos a soportar Las tempestades producidas Por las chispas generadas En el roce de la cotidianidad.
Desde luego el mejor fruto Ella, Y los mejores momentos Cuando nos sentimos enamorados.
Ojalá se renueve el amor Después de cada tormenta.
Veintidós besos, veintidós abrazos, Veintidós buenos augurios de quien te quiso, Te quiere y confía en seguir queriéndote.
En esta tarde de estío Sentado tras la ermita, Con todo el tiempo ya vivido, Intento reflexionar con calma Sobre huellas que los años sufridos, En mi envejecido cuerpo, Han grabado en mi alma.
Ya no es tiempo de enmendar errores, Si acaso hubo, ni de planear acciones De largo recorrido. El camino ya está andado Sólo queda la espera final de mi vida.
No me arrepiento de nada, Fui víctima del destino. La vida me llevó, Me empujó sin contemplaciones Y no pude evitar tantas desilusiones.
Llegan viajeros buscando la foto, Con San Caprasio de testigo. Congelarán este instante de rutina En una tarde cualquiera de verano, Asomándome a mi propia ruina.
Marcho con ellos, Sin dejar Santa Cruz. Han robado mi alma, Ahora viajará muy lejos En el interior de la cámara, Y en el tiempo.
Vamos camino de Navarra Que Javier nos aguarda En su castillo naranja. Parada en Ejea, A comer de cualquier manera, Derramo el café en la barra de Nerea.
Stop en Sádaba, Foto al castillo, Salir corriendo que algo aprieta. Pasamos por Sos con prisa Y también por Sangüesa, Por fin Javier nos recibe En su hotel de princesa.
Teatro en la calle nos espera: "El marido cornudo por méritos propios" Y la Señora actuando, de qué manera. Pinchos de tortilla en la cena Con rosados y alguna hamburguesa.
Noche de colchón torcido Que el cuerpo sufre dolorido, Desayuno tranquilo y vamos pitando Que los Pirineos se acercan.
Valle de Salazar con Gaztea, El vasco que no entendemos Pero la música nos camela.
Ochagavía primero con Muskilda Y el puente medieval cruzando el río. Comida en Isaba tras la visita gañote, Pensión de Lola con la servilleta 393 Y el clavo oxidado cual garrote.
Buscamos el dolmen en Belagua Y recorremos el Hayedo de los Sentidos Agarrados a la cuerda, con los ojos dormidos. Regreso por el Roncal, Que están de fiestas patronales, Queso para vender y carreteras comarcales.
Por las noches a cenar en Zangoza, La mujer de la curva nos observa Camino a su trabajo de alerta. El camarero antipático del Leyre, Que ni siquiera saluda, Cambiaremos de bar Con gente más alegre.
Control de seguridad en Jaca, La policía asustada, El fusil apuntando a las pestañas. Visita guiada, clarete y tapa, Comida en el Biarritz muy guapa. San Juan de la Peña, arriba y abajo, Santa Cruz de la Serós con sus iglesias Y el abuelo a la sombra descansa.
Visita a Roldán en Roncesvalles Y a los vecinos de San Jean en Francia. Regreso a comer a Orreaga Y el salero se esparrama. Italianos orando ante Santiago peregrino, Con un euro damos luz a su camino. Orbaizeta abandonada, Con su fábrica de armas arruinada.
En la foz de Lumbier El túnel traspasamos En busca del clavo 62 Que desvele el misterio gazteano.
Los monjes de Leyre Cantan sus gregorianos, Les robamos las fotos Aunque alguien proteste.
A Pamplona ya no hemos de ir Porque ya llegamos. La plaza de toros dispuesta Para fotografiarnos tras la barrera. Recorrido inverso del encierro Por estafeta al ayuntamiento. Saludos a San Fermín, Así de chiquitín. Comida en Café Iruña, En la Plaza del Castillo. De tiendas por la tarde Hasta agotar el bolsillo.
El valle de Ansó atravesamos Y volvemos a Lola, Que nos espera en Isaba Con la ternera cruda, poco asada.
Subida al puerto de Larrau, Las palomeras camufladas. Impresionantes vistas verdes A un lado y otro de la frontera. La Selva de Irati, abajo, el otoño espera Y las vacas que pastan a su manera.
Se acaba el viaje, con calma. De regreso a La Mancha, El Jamón de Teruel En la autovía nos reclama. El Torico no ha crecido Pero sigue tan bonico Encaramado en su pilastra.
Volveremos a Navarra A resolver los misterios De este viaje con alma.
Después de crear dentro de nuestra cabeza una idea de Dios, acabamos, paradójicamente, haciéndole nuestro creador, creador del propio ser que lo creó. Es decir, creamos a Dios y luego creemos que ha sido él quien nos ha creado a nosotros... También creamos esa otra abstracción a la que llamamos diablo y lo acusamos de ser culpable de nuestras propias maldades... ¿Quiere mayor absurdo?
A mí me parece una tomadura de pelo. No tiene sentido que necesitemos engañarnos para vivir.
Si nombro tu nombre, me miras. Si nombras mi nombre, te miro.
Si te miro cuando tú no me miras, Sientes que te estoy mirando.
Si tú me miras cuando yo no te miro, Adivino que me estás mirando.
Si tú me miras y yo te miro, Finjo que no te miro.
Si yo te miro y tú me miras, Sonrío y miro hacia otro lado.
Si nombramos nuestros nombres, Al unísono, inesperadamente, Y encontramos nuestras miradas En la línea que nos une Y acorta la distancia que media Entre tu sueño imposible Y mi realidad fantástica, Salta la chispa y el rayo Que nos hipnotiza y hechiza Silenciando el sonido de nuestras voces, Congelando el tiempo en un segundo inmenso. Y es ahora, en este instante, Con nuestros ojos, Pendientes de nuestros ojos, Cuando vivimos la pasión Que nos quema por dentro Y nos mira por fuera.
Si te nombro y te miro Mírame por mi nombre, Que es tu nombre.
Bienvenido, estás en la vida. No tengas miedo, de nada sirve. Asume el riesgo, es necesario. Para qué la prudencia excesiva Si te impide gozar sensaciones nuevas. El dolor, cuando llegue, será inevitable Pero el sufrimiento es opcional. La muerte no te importe, Asúmela como parte de la vida. No, no tengas miedo, Vive, tan sólo vive, No tendrás otra oportunidad. ¿O … tal vez sí?
"No hay mayor tragedia Que aquella que nos toca vivir"
Has llegado al túnel de la ausencia No preguntes cómo ni por qué, No merece la pena, No hallarás respuesta.
La oscuridad y el dolor del alma Te atrapan, te paralizan, te ciegan.
No ves la luz de la salida En este túnel sinuoso Que debes recorrerlo sola, Pues no hay marcha atrás Y la entrada quedó bloqueada.
Piensa en él, piensa en ti, Piensa en las personas que Te acompañan en el sufrimiento, Ellas también recorren El túnel de su ausencia.
Marcará tu vida, de por vida, Soñarás con él, vivirás con él En otro espacio mágico, En otro tiempo detenido.
Como un punto blanco, En el oscuro horizonte, Vendrá la luz a rescatarte. Es tu luz y la de él Que guiará tus pasos Hacía en final del túnel de la ausencia
Llegarás a la salida, La luz exterior te acogerá Con su cálido abrazo. Ya no molestará la alegría Ni el color de la vida. Habrás superado la prueba Que, incomprensiblemente, Te tocó vivir, nos tocó vivir.
El recuerdo, su recuerdo, Seguirá contigo, para siempre, Y sus lágrimas servirán Para aclarar la visión Del camino que todavía Seguirás recorriendo, Con la ilusión renovada Y compartida de quienes Te quieren y te comprenden.
Has llegado al túnel de la ausencia, Recórrelo con la tristeza del momento Y la esperanza de otra vida que llega.
Ascendemos en fila Por la empinada cuesta Que nos lleva a tu cima.
En el camino, Que es el camino de nuestras vidas, Y el de tu vida, Sufrimos el esfuerzo físico En los inclinados cuerpos Y despejamos la mente De pensamientos triviales.
Afloran sentimientos vitales Que marcan nuestro destino.
Saltamos pequeños arroyos, Vadeamos lagos azules, Cruzamos caminos de tierra, Que enlazan con los de la vida, Y todas las contrariedades Que nos agobian en “el día a día”, Encogen a nuestro paso.
Compartimos sendero Con otros seres, Hermanos ahora. Compartimos el agua, Las vituallas y ... Pomadas que calman.
Sentimos el ánimo y la mano amiga En los momentos delicados, Al borde del abismo Tras las caídas del cuerpo ... Y del espíritu.
Acariciamos cada instante Y llenamos de emociones Las mochilas del alma, Que con esfuerzo Cargamos a la espalda.
En la retina captamos Nuestras propias sensaciones.
Subimos pendientes Del veinte por ciento Con la lengua fuera Y la cara descompuesta.
Pero ha merecido la pena Hemos llegado a tu cumbre, Que es nuestra propia cumbre.
Gozamos de las vistas Que nos ofreces ahí abajo, Y ahí arriba, En el cielo azul De nuestros sueños.
Desde lo alto todo ha menguado, Aquel temor que nos invadía Se ha diluido en un momento. La tristeza, que como niebla gris Inundaba nuestros corazones, Se ha esfumado al instante.
Ahora sólo hay luz, Una luz que nos envuelve, Que nos calienta Y llena de energía Para el descenso a la tarea, Que de regreso nos espera, Ahí abajo, en la rutina.
Hemos repuesto las fuerzas Y curado las heridas, Bajamos cansados Con renovada alegría, Sabiendo que nos espera La cerveza fría Que calme nuestra sed Del cuerpo y de la vida.