Porque fue verte y ya no pude
dejar de mirarte.
Porque cuando apareces se
disparan todas mis alarmas.
Porque me atraes y me llevas de
cabeza.
Porque tu cuerpo es el cuerpo de
todos mis delitos.
Porque nunca hubo nadie cómo tú y
sólo tú al cielo me elevas y al infierno me condenas.
Porque ya no necesito más porqués
ni menos respuestas.
Porque sí, no le des más vueltas.