Un año más siempre es un año menos, porque cuando sumas también restas. Mas lo que cuenta, y yo de cuentas ni te cuento, es vivir: lo bueno, lo malo, lo mejor y lo peor. De eso va la vida, de sumas y restas, intentando obtener, siempre, el mejor resultado.
Cuando las cosas se ponen cuesta arriba, es el momento de comenzar a subir y asumir las consecuencias.
Antes de abrir la boca, piensa un poco lo que vas a decir si no quieres ser rehén de tus palabras.
En cualquier momento puede llegar un tren que no estás esperando. Subirte en él es comenzar una aventura, quedarte en el andén será una oportunidad perdida.
Hay misterios en nuestras vidas difíciles de desentrañar. Ni siquiera un prestigioso detective sería capaz de descubrir todo lo que ronda en nuestras mentes, por muy elemental que parezca.
El río, que ahora baja tranquilo, a veces se desborda llevándose por delante todos nuestros sueños.
Seres inanimados nos observan con estupor, no comprenden el ajetreo de vida que llevamos, para ellos todo es más sencillo.
Nos creemos tan grandes e importantes, pero, vistos desde arriba, un poco hormigas sí que somos.
Si la puerta está abierta, entra, no te quedes fuera, ya habrá tiempo y manera de salir.
Tender puentes fue siempre una buena idea para conectar ambas orillas, la tuya y la mía.
Suele estar ahí al lado, pero nos cuesta encontrar la salida. Y no me refiero a puertas físicas, sino a estados, entre otros, sentimentales.
A veces, no queremos ver lo evidente y miramos hacia otro lado, pero tarde o temprano tendremos que mover ficha y cambiar de escenario.
Hay parejas que caminan juntos, pero van por separado. Un par de metros de distancia física entre ellos y kilómetros sentimentales de alejamiento que se ven a la legua
De Diana, a cielo abierto, el templo contemplo en Augusta Emerita, capital de la Lusitania.
La sombra de mi mano es negra y no por eso he dejado de quererla. Las razas son versiones de humanidad y el racismo un sinsentido irracional.
Todo lo que comienza, algún día termina. La impermanencia, que dirían los filósofos.
