jueves, 31 de mayo de 2012

De noche.


¿Es de noche o ya no veo porque me ciega el alcohol?
¿Tienes la respuesta?
Mejor guárdala en tu silencio.
Gracias

miércoles, 30 de mayo de 2012

El faro.


En mi balcón, ahora que viene la noche, miro en dirección a ese faro, en medio de La Mancha, que ilumina y marca el camino a tu encuentro más allá del horizonte. Y siento tu presencia en la luz violeta que se pierde, apagada, en el oeste.

lunes, 28 de mayo de 2012

Le retour de la mer.

Regreso a puerto después de una larga travesía navegando y divagando en mis inquietos mares del norte.

Busco la calma al abrigo de un tranquilo puerto del sur. Atraco en este luminoso muelle de descarga para soltar lastre y liberar mi alma de pesadillas amargas.

Lanzo amarras que me atan a la realidad y doy por finalizada esta última singladura. Atrás quedaron las zozobras y tempestades. Mi voz tan sólo fue un trueno en la tormenta, un trueno apagado en el eco de la bodega de mi barco que ahora regresa a puerto exhausto y con el casco oxidado.


domingo, 27 de mayo de 2012

De regreso.


Querida amiga, regresé a mi ciudad el pasado día 15. Ese era el día de nuestra cita y así está escrito en el wasap que te envié. Anduve recorriendo los andenes de Cuatro Caminos y te vi pasar en un tren en sentido contrario. Pensé que no fuiste capaz de bajar y enfrentarte a mi presencia. Escapé de los oscuros túneles de tu ausencia y volví a la luz de San Isidro buscando tu rostro en los escaparates de mi memoria.

Ahora, leyendo tu mensaje, compruebo que se trató de otro despiste tuyo, propio de una mujer como tú que tan sólo existe en mi imaginación.

Volveré pronto a Madrid por motivos laborales y confío, de nuevo, volver a verte pasar en otro tren paralelo al mío, o encontrarte tecleando sentada en el banco de la estación. Es esa ocasión tal vez seas real y podamos continuar juntos el viaje hasta el final.

viernes, 25 de mayo de 2012

jueves, 24 de mayo de 2012

24 de mayo.

Otro 24 de mayo para felicitarte y felicitarme por tener una amiga especial como tú.

Aunque nos comunicamos de tarde en tarde creo que seguimos conectados a través del hilo del recuerdo, yo te veo en mis pensamientos y en sueños de colores.

Podría hablarte de la rutina de la vida y de los momentos mágicos y especiales que le dan sentido, pero hoy solamente te escribo para manifestar mi amistad, mi cariño y desearte un buen día y una buena vida.

martes, 22 de mayo de 2012

¿De verdad?


La mentira es una verdad imaginada.

Inventamos mentiras todos los días, a cada momento. Mentiras para nuestros amigos, familiares y compañeros de trabajo. Mentiras destinadas a desconocidos y a quienes nos llaman por teléfono.

Mentiras cuando vamos a la compra y a la cafetería. Mentimos en las encuestas, en la consulta médica y hasta en el confesionario.

Fabricamos mentiras ajenas por encargo. Para aquellas personas auténticas y verdaderas que no han mentido nunca y no saben hacerlas.

Mentiras disfrazadas de mentira para que parezcan verdaderas.

Mentiras encadenadas que sirven de tapadera a la siguiente y desembocan en una verdad irrefutable.

Mentiras de verdad, que no mienten nunca.

¿Necesitas una gran mentira? Pues di la verdad: nadie te creerá.

lunes, 21 de mayo de 2012

El mundo real.

Asciendo al mundo real, recorro las calles y busco tu rostro perdido en cualquier trasnochado escaparate de Madrid. Pero solo encuentro, en mi recuerdo, el tenue reflejo de aquello que un día fuiste.

domingo, 20 de mayo de 2012

Tu tren.


En la encrucijada llega tu tren al andén opuesto. Volvemos a encontrarnos, tan cerca, circulando por vías paralelas y sentidos contrarios, sin cruzar una palabra.

sábado, 19 de mayo de 2012

La línea amarilla.

Piso la línea amarilla, que separa lo sublime de lo ridículo, adentrándome en el oscuro túnel de tu ausencia, mientras sueño que sigues mis pasos.

viernes, 18 de mayo de 2012

En las catacumbas.

Y en las entrañas de mi subterránea ciudad imaginaria elijo siempre, de los cuatro, el camino imperfecto que huye de la luz hacia el oeste.

jueves, 17 de mayo de 2012

En la estación.

Abandono el convoy, que arribó diligente a la estación central, y recorro desérticos pasillos mecánicos en busca de la puerta de entrada a mis catacumbas.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Entre lusco e fusco.

Viajo solo por la vida en vagones vacíos de clase turista. Sin billete de ida ni de vuelta, dejándome llevar por la incertidumbre que conduce la máquina del destino, entre “lusco e fusco”.

sábado, 12 de mayo de 2012

Encuentro la salida.


En la tranquilidad de la tarde, contemplando y viviendo el paisaje con total libertad, observo lo que ven mis ojos sin asomarme a las ideas, a las definiciones y a las imágenes que almaceno en mi memoria.

Olvido el concepto de árbol, de agua, de cielo y miro un puente que espera abajo.

Comprendo que ahí está la salida, el camino a mi próximo destino.

viernes, 11 de mayo de 2012

¿Cruzamos el puente?


Un largo puente conectando mi orilla con tu orilla. Un puente que salva las dificultades y supera el abismo que nos separa.

Un puente firme y seguro, de pilares profundos, anclado bajo la dulce agua que cubre nuestro pasado.

Un gran puente para encontrarnos en el aire, en terreno de nadie, y estrechar manos antes de abrazar nuestros cuerpos.

Un puente de entrada nos reúne; y de salida: permitiéndonos huir corriendo.

Un puente de explosivos minado, con dos mandos a distancia: en tus manos y en mis manos, que pueda volar por los aires en los momentos de duda.

Un puente bendito te acerca a mi lado; y maldito: de suicidas desesperados. ¿Cruzamos?


miércoles, 9 de mayo de 2012

¿Por qué cierras los ojos?


¿Por qué cierras los ojos?
Porque me deslumbra tu mirada.
¿Por eso las gafas de sol?
Aun siendo ciego me deslumbraría.
Y tú, ¿por qué los cierras?
Cuando beso, cuando lloro y cuando sueño, cierro los ojos.

martes, 8 de mayo de 2012

Siguiendo su rastro.


Gente que entra y sale de tu vida en el transcurso de los años, como los verdaderos amigos, dejando sus huellas en tu corazón. Incluso otras gentes, no amigas, también las dejan. Sigamos su rastro.

viernes, 4 de mayo de 2012

Una pareja singular.


No era una relación sentimental al uso, más bien se trataba de sentimientos compartidos y coincidentes en el espacio y en el tiempo, sin normas, con total libertad.

También es cierto que el lenguaje verbal había sido reducido a la mínima expresión, no necesitaban palabras para comunicarse, les bastaban los gestos, la intuición y la mirada cómplice.

No tenían establecido un horario común, ni repartidas tareas para el día a día. Aun así todo funcionaba perfectamente. La intendencia dentro de la vivienda compartida no generaba conflictos y, milagrosamente, se desarrollaba ordenadamente. A veces coincidían a la hora de la comida, o de la cena, y uno de los dos, desconociendo si el otro vendría, ya había preparado todo. El resto de tareas del hogar: compras, lavado de ropa, limpieza, planchado y pequeñas reparaciones, salían adelante sin aparente organización, no generando discusiones ni roces propios de otras parejas más estandarizadas.

También el tiempo libre lo disfrutaban cada uno a su aire: lectura, actividades deportivas y culturales, solos o en compañía de otras personas: amigos, compañeros, familiares. En ocasiones coincidían, casualmente, en una obra de teatro, en un espectáculo de danza o en la butaca de al lado en la filmoteca, y continuaban callados, uno al lado de la otra, pero unidos por unos lazos tan intensos como misteriosos.

Si uno de los dos marchaba de viaje, por motivos laborales o de placer, no necesitaba dar explicaciones del lugar, objeto y duración del mismo. Tampoco era necesaria una despedida formal ni la consiguiente bienvenida de regreso. No quiere decir que en ninguna ocasión marcharan juntos de viaje compartiendo medio de locomoción y habitación de hotel, pero llegados al lugar de destino continuaban cada uno a su ritmo, con total independencia.

El contacto físico y emocional suplía ampliamente la falta de palabras. Los gestos, abrazos, las caricias y los besos afloraban en cualquier momento, por iniciativa de uno de los dos, y siempre eran aceptados con agrado por el otro, a cualquier hora, en cualquier situación, satisfaciendo el deseo de ambos hasta la próxima, y no muy lejana, excitación.

Por supuesto no existía entre ellos ningún contrato, enlace o pacto, que certificara su relación y estipulara cláusulas legales en caso de discrepancia o conflicto. Del mismo modo que, por puro instinto, comenzaron a vivir “juntos” sabían que en cualquier momento podría extinguirse el vínculo sentimental que les mantenía “unidos”.

Yo, que fui amigo de ambos, de cada uno por separado, conocí todos estos detalles de sus vidas, y de su vida en común, por las conversaciones y los momentos vividos con ellos, porque eran grandes conversadores a pesar de que no necesitaran la palabra para comunicarse en pareja.

Desde hace algunos meses no he vuelto a verlos, ni he tenido noticias suyas. Sé que abandonaron sus trabajos y la vivienda que compartían permanece cerrada, sin señales de vida. Desconozco qué ha sido de ellos, si marcharon juntos, o por separado, con destino incierto o planificado. Aunque si sé que la huella que dejaron dentro de mí permanecerá inalterable y que jamás podré olvidarlos, como creo que ellos tampoco me olvidan.

martes, 1 de mayo de 2012

Dependencia sin ley.


Procura no depender de nada, de nadie, pero tampoco dependas demasiado de ti, puedes convertirte en tu propia sombra.