Dicen que la belleza está en el
interior y que nos basta con mirar dentro para comprobarlo. Bueno, esto último
no lo dicen pero lo digo yo porque interesa en este relato. Si entras, y miras,
descubrirás la belleza de la decadencia y del abandono. La belleza del desorden
y del misterio. La atrayente belleza de lo verdaderamente feo. La puerta está
abierta, ¿no te vas a asomar?