En mi belén caben todos, no hay límites ni restricciones, ideas ni religiones que afrentar, basta con querer estar y respetar a los demás.
“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa
En mi belén caben todos, no hay límites ni restricciones, ideas ni religiones que afrentar, basta con querer estar y respetar a los demás.
Antes de que tú me escribas, te escribo yo. Negro sobre blanco con música de blues. Los planes se desbaratan sin querer. Lo que iba a ser, ya no puede ser. Ser, estar o parecer, nos decían, pero lo nuestro es otra cosa. No hay palabras, o las hay todas. Ordenadas o desordenadas, qué más da. Lo que sí pudo ser, entre tú y yo, ya lo es. Lo es, para mí, desde el primer soplo de viento tramontánico, ese que me puso loco de desatar. Y espero que lo siga siendo para ti, pues ya no imagino mi vida sin ti. Por eso, antes de que tú me escribas, te escribo yo, buenos días amor.