Al final, cansada de tanto ir venir sin lograr tu objetivo, desistes, abandonas ese proyecto inútil e imposible y huyes destino al próximo con la esperanza de ver cumplidos tus sueños.
Construirás un castillo de arena de cilíndricas torres y gruesos muros, pero vendrá la marea a derribarlo y a mostrarte que la vida es tan efímera como esa ola que rompe.