jueves, 11 de noviembre de 2010

Porque me sonríes.



No hay mejor regalo
Que la sonrisa cómplice
De la persona amada.

Porque me miras cuando,
Escondido en mi sombra,
Te miro hipnotizado
He intento atrapar en mi retina
La luz que tu mirada irradia.

Porque me hablas cuando,
Enmudecido en mi silencio,
Te escucho con todos mis oídos
Atentos a tu canto dulce
De sirena que me encanta.

Porque me acaricias cuando,
Paralizado en mi cuerpo,
Te siento en el calor que emana
De tu mano siempre atenta
A mi piel que te reclama.

Porque me sonríes cuando,
Perdido en mi gozo,
Te sonrío en el cariño
Que alegre acompaña
A mi deseo que aguarda.

Porque no hay mejor regalo
Que tu sonrisa cómplice
En el instante que me amas.