Hay un paisaje grabado a fuego en
la memoria. Recuerdos de la infancia que afloran. Veranos de playa y ampollas.
Juegos en la arena, castillos que el tiempo no borra. Un mar de olas alegres y
alguna cocacola. Manuel Antón 10, detrás del Mercado. Para más señas preguntad
al Tío Félix, mientras lee su novela.