Cuando llegue el día no estaré preparado ni atento,
pues será un día cualquiera, como cualquier otro.
Un día de primavera en invierno
y florecerá mi sueño, inesperadamente.
Llegarás como siempre llegas a mi lado:
discreta, sonriente, sin decir nada y diciéndolo todo.
Me mirarás a los ojos,
te acercarás despacio, lentamente,
sujetarás mi cabeza con tus manos,
entreabrirás tu boca y besarás mis labios, tiernamente.
Cuando marche el día,
el día de nuestro primer beso,
ya no será un día cualquiera, como cualquier otro.
Será un día de primavera en invierno
y habrá florecido mi sueño, realmente.