lunes, 3 de octubre de 2022

RMOA

 

No es fácil escribir cuando hay tanto que decir. Se agolpan las palabras y se tapona la mente. Sientes lo que quieres decir, pero no sabes por dónde empezar, porque no hay principio ni fin. Hay un cajón enorme de letras sueltas, un rompecabezas que debes ordenar. Eliges una al azar y entonces van saliendo una detrás de otra fluyendo sin parar. Escribes y no sabes lo que escribes, te dejas llevar. Vas hilando frases y tejiendo un texto intentando ser coherente aun sabiendo que no lo vas a ser. Al final quedan cuatro letras, las más sencillas y las que resumen todo: RMOA. Y ahora viene el punto final.