Abandonamos 2015. Vacía queda la
habitación y repleta nuestra memoria de los momentos que hemos vivido. Momentos
de amor, amistad, paz, belleza... Los que no merecían ser recordados vuelan ya
lejos de nuestras mentes. Ligeros de equipaje, 2016 nos espera a la vuelta de
unas campanadas que anunciarán un nuevo tiempo. Tiempo que habrá que habitar
con la ilusión de quien estrena una libreta en blanco y 366 páginas por
escribir, día a día.
¡Feliz mudanza!