Se besaron enrevesadamente y, con
cara de pánfilos, quedaron frente a frente esperando una respuesta sin
pregunta. No la hubo. Hubo, en cambio, muchas dudas y alguna certeza. Certeza
de continuar explorándose mutuamente hasta descubrir el misterio que les
mantenía unidos. Llegado ese momento decidirían seguir adelante o retroceder
hasta el día anterior al que se conocieron y borrar todo este imborrable
tiempo.