“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”.
Fernando Pessoa
La iglesia de los santos Justo y
Pastor, en Olleros de Pisuerga, sorprende porque no es un templo construido,
sino esculpido en la roca. Mística fue la vida de los primeros eremitas y
rupestre su morada.