miércoles, 6 de enero de 2010

Lo que nunca debí decir aquel 6 de enero


A 210 metros sobre el nivel del bar y bajo los defectos del mal de altura, y de alguna copa de más, en el ático, con la música de baile a todo volumen, he de reconocer que me equivoqué contigo, pensé que actuarías de otra manera porque te consideraba incondicionalmente mía, grave error de cálculo que llevó a nuestros cuerpos de la unión a la separación en una fracción de tiempo, recomponer el puzle del amor costará también lo suyo y lo mío, sin duda.