A 210 metros sobre el nivel del
bar y bajo los defectos del mal de altura, y de alguna copa de más, en el
ático, con la música de baile a todo volumen, he de reconocer que me equivoqué
contigo, pensé que actuarías de otra manera porque te consideraba incondicionalmente
mía, grave error de cálculo que llevó a nuestros cuerpos de la unión a la
separación en una fracción de tiempo, recomponer el puzle del amor costará
también lo suyo y lo mío, sin duda.