martes, 28 de octubre de 2014

¡Podéis ir en paz!



Sobre una planta cuadrada, o rectangular, se alzan claustros románicos, góticos,  o de cualquier otro estilo arquitectónico. Claustros que nos aíslan del exterior y nos permiten concentrarnos en nosotros mismos. Un patio ajardinado en medio, algunos árboles, una fuente en el centro y el canto de los pajarillos nos conectan con la naturaleza. Si miramos hacia arriba encontramos siempre un cielo tan cambiante como las estaciones del año. Y dentro del cuadrado, o del rectángulo, nuestros pasos describen una órbita circular, o elíptica, alrededor siempre de nuestros pensamientos más nobles. En nuestro periplo encontramos paz interior y respuestas a las preguntas que la vida nos plantea a cada momento. Podemos, pues, ir en paz.