jueves, 5 de febrero de 2015

Publicidad y propaganda.

Realmente contigo aquí no necesito ningún publicista que se encargue de resaltar y vender al público las virtudes que no poseo. Escuchar, comprender, mirar a los ojos, callar y aconsejar, sin dar ningún consejo, son actos tan simples que no merecen ningún elogio. Estar disponible, apoyarte, hacerte reír cuando lloras y llorar de risa juntos también son cosas sencillas y que no cuestan nada, bueno sí, un poco de tiempo pero el tiempo hace ya que dejo de ser oro, ahora es calderilla. Para salir a flote es necesario hundirnos primero, ver que te estás ahogando y dar un triple salto mortal, a fin de cuentas ya estás casi muerto, que nos saque del agua y nos arroje otra vez, como náufragos vapuleados, a la orilla de la vida. Gracias a ti por toda tu gracia, esa que aparece en los momentos más inesperados.