sábado, 23 de junio de 2012

Constancia.


Y perseveras vaciando cubos de agua marina intentando lograr el propósito de llenar ese pequeño agujero sin fondo. No sabes que nunca lo lograrás, que el agua regresa al agua; pero tú vuelves de nuevo a la orilla, una y otra vez, hasta agotar las pequeñas fuerzas que mueven tus brazos y tu instinto.