Nostalgia para unos, indiferencia
para otros, lo cierto es que la Feria termina y con ella el verano. Siempre fue
la frontera que separa o une el final de un tiempo ocioso y la vuelta a la
rutina. Ya marchó la Virgen y detrás la parentela, cerrada quedó la puerta de
hierros y reabierta la ciudad con sus entretelas.