Estoy bien pero, como siempre
digo, podría estar mejor. Aunque también peor. Por tanto me quedo como estoy en
este momento, que es el mejor momento posible para estar bien. Aun sabiendo
que, tarde o temprano, todo cambia y, por consiguiente, cambiaré yo también.
Cambiar para quedar igual que estoy, es decir, bien. O bien cambiar porque no
merece la pena estar mal, ni hay mal que cien años dure. ¿Me explico? Y si tú
estás mal, que no lo deseo, pues a ver si consigues estar bien y así rimar
conmigo, amigo, amiga.