martes, 31 de diciembre de 2013

Fin de año.


Amigas, amigos, se nos escapa un año y llega otro.
¿Qué nos queda?
Nos queda el recuerdo de los buenos momentos vividos, los malos mejor olvidarlos.

¡No os olvido!

lunes, 30 de diciembre de 2013

miércoles, 25 de diciembre de 2013

En el bosque.


Conformamos bosques de sentimientos que nos arropan en aquellos momentos que celebramos no tener nada que celebrar.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Si no tuviera...


Si no tuviera miedo a las ataduras que limitan mis movimientos y mis deseos, podría alcanzar mi sueño: amarte sin restricciones.

Si no tuviera miedo a escuchar tu respuesta, quizás sería capaz de saltar la barrera que nos separa e ir hacia ti.

Si no tuviera miedo a saber que nuestro amor es imposible, me tiraría de lleno a nadar en él.

Si no tuviera que esconder este secreto, me dedicaría a contarlo sin ocultar nada.

Si no tuviera tantas ganas de quererte, creo que ya nada tendría sentido.

Tan solo si supiera que tu corazón dice lo mismo que el mío.

Michelle

viernes, 20 de diciembre de 2013

Nuestro árbol.


“Nuestro árbol, desnudo de adornos superfluos,  auténtico, nos muestra el camino interior que recorremos, bajo su muda sombra, siguiendo las huellas de un tiempo de paz”.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Confesión.

 Siento mucho haber llegado a esta situación,
Nunca quise pero desde el principio intuí que iba a pasar,
Y ha pasado,  ahora ya no tiene remedio.

Estoy enamorada,
Enamorada de verdad.

No te rías,
Ni pienses de mí que soy una cría,
O que estoy medio loca.

Te digo lo que siento,
Y si yo lo siento es porque lo siento,
Y es verdad.

Aunque tal vez tú pienses que es un capricho pasajero,
O que estoy confundida,
O que ya vendrán otros…
Y todo eso que me sueles decir.

Pero por mucho que tú pienses
En mi cabeza solo estoy yo
Y solo yo sé lo que siento.

Y estoy muy bien así,
Pero como todo en esta vida
Esto también tiene otra cara:
La del sufrimiento.

No me digas que el amor es para reír y para llorar,
Para alegrías y tristezas,
Eso ya lo sé.

Pero esto que siento me tiene en un "sin vivir”,
Uno de los mayores dolores,
Dentro de la escala del dolor,
Es ese dolor que se siente cuando amas y no eres correspondido.

Y otro de los dolores más grandes,
En esa escala,
Es amar a alguien y no tenerlo cerca,
Ni poder estar junto a él.

Yo cargo con los dos: 1+1=2
De los dolores mayores existentes.

Estoy cada minuto pensando en él,
No me centro en el trabajo
Y tampoco en casa.
No me apetece nada,
Sólo verle y estar con él.

Como verás mi situación es complicada,
Y no sé qué hacer.

No digas nada,
Sólo quería desahogarme,
Nada más.

No vayas a regalarme ahora
Tu silencio más absoluto
Por lo que te he contado.

Michelle

martes, 17 de diciembre de 2013

Tecleando.


En ocasiones, involuntariamente, pulsamos la tecla equivocada y generamos un sonido chirriante y desacompasado. Pedimos disculpas y retomamos la partitura. Gracias.

O quizás involuntariamente creamos un nuevo sonido capaz de despertar nuevas vibraciones. Siempre es más sensato retomar la partitura

En otras ocasiones la pulsamos por voluntad propia, a pesar de saber que es una tecla equivocada. Y una vez hecho esto ya no intentamos retomar esa partitura. Quizás porque era una partitura que no merecía la pena retomar.

Con partitura, o tocando de oído, mejor interpretar la melodía que nace de nuestros corazones, sin duda será la más bella de escuchar.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Conclusión.


...allí me di cuenta que echaba de menos a mi gente, a toda mi gente, sin excepción, pero al regresar aquí todo volvió a ser igual y yo volví a sentir lo mismo: nada.

Gloria de la Sierra.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Sérénité.




Serenidad…
Sonidos relajantes al final de la tarde,
Ojos cerrados,
Inspirando aromas de esencia,
Humo de incienso flota en aire,
Sentimos paz interior en el alma,
Y la compañía cercana de nuestra presencia,
La voz cálida de Grisel nos envuelve,
Y transporta a un mar de emociones,
Sentimientos y calma,
Serenidad…

jueves, 12 de diciembre de 2013

Ficcional.


Una idea.
Un sonido.
Una mirada.
El vuelo de palabras atrevidas.
La pérdida del equilibrio en el alambre que cruza de lo real al sueño.
¿Dónde comienza la ficción y termina la realidad?
¿En el instante inconsciente de cualquier momento absurdo?
¿Quién puede distinguir lo que es, de aquello que no existe?
Una realidad ficcionada.
Mezcla de hechos y adornos imaginados.
Una imagen.
Un foco de luz.
E inquietantes sombras.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

¿Qué puedo hacer?

             

            ¿Cómo puedes decir que no pretenda la exclusividad?
¿Ni tan siquiera una parte?
¿No te das cuenta de que cada palabra tuya hace que mi corazón lata a trescientos por mil?
Y ante eso:
¿Quién puede evitar sentir algo?
¿Quién no puede querer ser exclusiva?
¿Quién no puede querer ser la única?
¿Quién es la valiente que no se asusta y se pone algo celosa?
Yo desde luego no.
Yo no soy capaz de hacerlo y dejar de sentir.
Lo siento pero no me sale.
Soy así.
Lo único que puedo hacer es tragarme lo que siento a cada momento y no decir nada.
Más no puedo hacer.

Michelle

martes, 10 de diciembre de 2013

¡Te quiero!


No me digas que no te diga que te quiero, porque si te quiero y quiero decirlo nada impedirá decir: ¡Te quiero!

lunes, 9 de diciembre de 2013

Bendita rutina.


Y hoy regreso a la bendita rutina con la mirada del recuerdo en nuestra gran compañera ausente, Carmen Lara. Sigues habitando en el espíritu que nos mueve a cambiar el mundo, trabajando amable y calladamente, como siempre has hecho.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Mi marcha.


Ha sido todo más sencillo de lo que esperaba. Acompañó el tiempo pues no llovió. Pasé frío un par de noches. Dormí poco pero me acostumbré al saco y a la colchoneta hinchable. Caminé casi siempre en cabeza pero mirando al suelo para no caerme y doblado por los 12 kg. de mochila. Cené muy bien y no sentí desfallecimiento alguno. Me duché sólo una vez, la misma noche que mejor dormí en la Pumarica. Subí, bajé, llaneé. Admiré paisajes, pisé nieve y barro, vi nubes de algodón, cielos limpios y estrellas brillando en noches de silencio. Reí, recordé a la gente que quiero, compartí momentos especiales con gentes especiales, conocí a nuevas personas y, sobre todo, continué conociéndome a mí mismo.