jueves, 20 de diciembre de 2012

Navidad, Navidad, triste Navidad.


Colocamos nuestro árbol de Navidad acorde con el momento que estamos viviendo.
Una triste Navidad de desilusión y desencanto.
Un árbol quemado, como la esperanza de muchas personas que sufren, desde hace tiempo, la crisis y sus fatales consecuencias.
Crisis de valores y crisis económica que deriva de la primera.
Nada de adornos y luces de colores, fuera paquetes brillantes de regalos maravillosos.
Ramas muertas y piñas secas, estériles, nada más.
Tan sólo un cielo de franjas azules y blancas, a modo de lienzo, aporta un poco de color en esta Navidad que nace muerta.
¿Quién cantará villancicos alegres?
¿Quién brindará en copas doradas?