jueves, 2 de abril de 2020

Extraña guerra


En esta guerra extraña y silenciosa el personal sanitario, con miedo, dedicación y escasos medios, combatía en primera línea. Por detrás, un pequeño ejército de trabajadores suministraba alimentos y prestaba servicios básicos y esenciales. En la retaguardia, policías y soldados cubrían las espaldas. Las bajas se contaban por miles y refugiadas en las casas las gentes, disciplinadas, intentaban aislar al enemigo, mantener la calma, dar ánimos y no perder la esperanza.