viernes, 28 de mayo de 2021

Allí

 

Allí, donde cae rendido el sol cada tarde, al borde del abismo, hay un faro apagado que no ilumina nada y provoca mil naufragios de amores a la deriva. Rodeado de murciélagos, que aletean cómo locos en busca del sustento, se eleva intentando atrapar a la luna llena, para hacer posible su sueño de ser faro cuando esta se pose en su cabeza. Yo lo veo a lo lejos, desde mi ventana, y distingo un piloto rojo que lo corona. Sé que tú también lo miras y que gracias a él nuestras miradas se conectan. Allí, donde termina el crepúsculo y comienza la noche, hay un faro apagado que nos une y nos alienta.