martes, 6 de noviembre de 2012

Díselo con rosas.


Ha sido un detalle muy agradable, por tu parte, regalarme rosas. Me encantan y además son de todos los colores. Sí, son preciosas. Las pondré en un lugar adecuado, a juego con su belleza, para poder sentir su fragancia y, cuando las mire, ver en ellas a la persona que me las regaló.

En quince minutos.

Una sonrisa, cuando llegas en silencio y te sientas a mi lado.
Yo aguardo inquieto y te recibo contento.
Un café cortado, muy caliente, que endulzas con la mirada.
Giro mi cuerpo que busca el tuyo y te encuentro.
Palabras que nacen, cálidas, en tu garganta.
Gestos risueños adornan, felices, mi cara.
Expresiones de alegría, tranquila, en la mañana.
Hablo, y escucho atento.
Mirándote a los ojos, dejando que iluminen los míos.
Tú abrazas mi cuerpo, sin tocarme.
Y yo, sin besarte, beso tus labios.
En tan sólo quince minutos, efímeros y eternos.