martes, 10 de marzo de 2015

Sirena de Santa María del Azogue.


Allá donde voy me las encuentro, incluso dentro de una iglesia, cómo ésta que se peina mirándose al espejo. Me acompañan en todos mis viajes y aventuras. Acuden a rescatarme de mis naufragios y con sus cantos, y todos sus encantos, hechizan mi vida. Reconozco que son un poco "trastos", pero qué sería de mí sin ellas.