martes, 16 de agosto de 2011

La sirena de Tella.


Subiendo camino de Tella, a 1.384 metros de altura y a las faldas del Monte Perdido, paramos junto al dolmen para impregnarnos de la vida, de la historia y de las sensaciones que han visto discurrir sus grandes piedras.
Contemplamos a lo lejos la Cueva de los Osos, el yacimiento de osos cavernarios más elevado de Europa occidental, a 1.600 metros.
Ya en Tella recorremos la ruta del románico: La iglesia de San Martín y las ermitas de Fajanillas, de la Virgen de la Peña y la de los santos Juan y Pablo (San Juanipablo) construida a modo de "esconjuradero" al resguardo del "Puntón de las Brujas".
Leemos los mensajes que otros viajeros han dejado a los pies de las vírgenes, o de las brujas, que habitan estos valles misteriosos, solicitando ayuda para arreglar el mundo o la salud de los seres cercanos.
De regreso recorremos la única calle del pueblo: con casas, tejados y chimeneas de piedra rematadas con "espantabrujas". Y es en la fuente donde te encuentro, otra vez, acompañando mi viaje sin destino cierto. Dibujada en blanco, dándome la bienvenida y recordándome que estás siempre a mi lado: cerca del agua y de mi realidad inesperada.