“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”.
Fernando Pessoa
Descendemos contemplando cómo se apaga la tarde mientras se
enciende la noche iluminando nuestra pista de aterrizaje. Y ya en tierra nos
encontramos una vez más para contarnos nuestros vuelos secretos.