Entre tu orilla y la mía un mar
de dudas se extiende, y aunque no se entiende que, aun estando tan cerca y a la vista el uno del otro, y de todos, todavía se mantenga en calma y no se agiten
las almas. He de decir, en nuestra descarga, que nuestros sueños se reúnen ahí,
cada mañana, y navegan juntos en la cercana distancia.