“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”.
Fernando Pessoa
Vestida de rosa floreces en mi
jardín y tu perturbador perfume despierta mis deseos más básicos, aquellos que,
instintivamente, tienden a poseerte, cumpliendo así con tus mejores presagios.