Puede más la curiosidad que la
prudencia y ante una puerta entreabierta, que invita a entrar y descubrir lo
que hay detrás, no queda otra opción que abrirla del todo y pasar. En esta
ocasión no descubrí nada interesante, dentro encontré otra puerta cerrada
franqueando el acceso a un patio interior. Herméticos podemos serlo todos en
algún momento o también de nación.