Me levanto nada más amanecer y me asomo a la primera mañana de junio.
¡Hágase la luz!
Ahí está el Peñón, majestuoso.
El mar en calma, alguna gaviota madrugadora y una brisa fresquita que me lanza de nuevo a la cama.
Sigo soñando e imaginando tu presencia a mi lado.
¡Feliz mañana!