Si tuviera que dedicarte una
poesía comenzaría escribiendo tu nombre, ... Después anotaría una alabanza que
hablara de ti, de cómo te veo y te siento, sería subjetiva, ya lo sé, pero
sería mía. Y para terminar escribiría, mirándote a los ojos y antes de poner mi
firma: ¿Qué tienes por dentro para irradiar esa luz que siempre me encandila?