“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa
miércoles, 19 de enero de 2011
Compensación intangible.
Tu atenta mirada
Cuando me miras.
Tu limpia sonrisa
Sonriente me llama.
Tu cálida voz que habla
Y absorto me canta.
Tu ánimo dulce suaviza
Mi amarga nostalgia.
Tu mano cálida y firme
Estrecha la mía que tiembla.
Tu abrazo fraterno
Reconforta y consuela.
Compensa, sutil tristeza,
Y retorna a ti con fuerza,
Intangible de medir
Imposible no sentir.
Pensatiempos.
No puedo cambiar mi pasado,
No es posible retroceder en el tiempo
Intentando llegar a ti y haberte conocido,
Cruzarme contigo en la vida
E iniciar proyectos juntos
Con finales inciertos.
Yo ya era cuando tú no existías
Aunque siempre estuve contigo
Porque el sentimiento vivía
Envuelto en otras caras,
Y en otras vidas.
No puedo volver y detener mi tiempo
Esperando tu llegada, impaciente,
Pero queda el consuelo de verte,
Escucharte y admirarte,
De sentir tu magia que me encanta
Y compartir el espacio y el tiempo
Que nos junta y nos distancia.
Tampoco puedo cambiar el futuro
Que nunca llega ni llegará,
Pero se anticipa y se manifiesta
En sueños de luz y tormenta,
De melodías que estallan en
Lluvia fina de alegría y de vida.
No puedo cambiar el pasado,
No puedo anticipar el futuro,
Sólo puedo naufragar contigo.
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