La mentira es una verdad imaginada.
Inventamos mentiras todos los días, a cada momento. Mentiras para nuestros amigos, familiares y compañeros de trabajo. Mentiras destinadas a desconocidos y a quienes nos llaman por teléfono.
Mentiras cuando vamos a la compra y a la cafetería. Mentimos en las encuestas, en la consulta médica y hasta en el confesionario.
Fabricamos mentiras ajenas por encargo. Para aquellas personas auténticas y verdaderas que no han mentido nunca y no saben hacerlas.
Mentiras disfrazadas de mentira para que parezcan verdaderas.
Mentiras encadenadas que sirven de tapadera a la siguiente y desembocan en una verdad irrefutable.
Mentiras de verdad, que no mienten nunca.
¿Necesitas una gran mentira? Pues di la verdad: nadie te creerá.