En las cuatro esquinas del cielo, sin prisa, te
espero. Puedes subir cuando llegue tu hora, en ascensor o que ángeles alados te
eleven. Nos adentraremos juntos, de la mano, en la vida eterna. Nubes
algodonadas nos llevarán volando a las estrellas. Recorreremos todo el universo
hasta los confines de los agujeros negros. Y si algún día, hartos de flotar en
el tiempo, decidimos regresar a este planeta, aprovechando un viaje del
Inserso, recordaremos felices nuestras increíbles historias