miércoles, 12 de junio de 2013

Un vahído.


Un vahído, un sobresalto, un desvanecimiento del espíritu cuando marcho y os dejo ahí solas, al sol, a solas, disfrutando de los buenos momentos que nos regala la vida. Pero volveremos a encontrarnos en la próxima cita que el destino nos ofrezca para celebrar, no ya los años cumplidos, sino el habernos conocido.