Si quieres llegar a lo más alto tendrás que subir, y sufrir.
Tomar impulso a cada momento y amarrarte para no caer. Ascender acompañado para
compartir experiencias y recibir y ofrecer ánimos y ayuda. Poner toda tu
atención en cada paso y repartir la fuerza entre tus manos y tus pies. Es un
trabajo físico, pero si tu mente no está preparada jamás lograrás alcanzar tu
objetivo. Entrénate primero, ve consiguiendo pequeñas metas, y cuando por fin
te sientas dispuesto a llegar a la cima, adelante, que nada te detenga. Nos
vemos arriba.