jueves, 26 de enero de 2017

Bla.


Fue condenado a seis meses y un día sin poder escribir por forzar el lenguaje. Argumentó, en su defensa, que no le quedó más remedio, pues en aquel crítico momento de desamor no encontró la palabra adecuada para expresar lo que sentía. Desde entonces sólo habla, aunque no habla solo, pero no dice nada.