Me gusta cuando llueves, cuando
caes de las nubes despacio y mojas mi cabeza. En ese instante miro hacia arriba
y te veo llorar de risa a pesar de ser un día gris. Abro la boca, saco la
lengua y saboreo tus lágrimas frescas y recientes. Me refugio bajo el paraguas
pero una ráfaga de viento le da vuelta y sigo calándome contigo, no hay manera
de escapar de tu llanto. ¿Hasta cuándo vas a seguir lloviendo?