El día amanecía rojo y el piso
estaba mojado, la noche se hizo corta, intensa y serena, como pasa siempre que
estoy a tu lado. Hoy vendrá la lluvia a acompañar tu llanto, para que no te
sientas sola y darte un poco de ánimo. La vida sigue, triste o alegre, según te
toque o según la mires. Yo siempre estaré ahí, detrás de ti, a veces enfrente y
otras al lado, para mirarte a los ojos, callar y darte la mano.