domingo, 27 de abril de 2014

Me lo ha contado todo.


Me lo ha contado todo, en silencio, con la mirada, sin necesidad de despegar el pico. Me ha contado todo lo que has escrito, muy bien escrito  por cierto, y lo que no has escrito. Me ha contado lo que sientes ahí sentada, junto a la ventana, respirando el polen que provoca tu llanto involuntario. Me ha contado tu historia, la otra historia que se esconde detrás de la Reina sin Corona. Y cuando ha terminado de contarme todo lo que tenía que contarme ha emprendido el vuelo, en silencio, de regreso a orillamar, a ese mágico lugar donde se escucha a las olas morir en la playa bajo el canto de mis amigas gaviotas.