lunes, 29 de junio de 2015

A media noche.


“Yo sí que no soy de nadie”, dijiste.
¿Eres mía, no?, te contesté.
"Bueno, eso sí", fue tu respuesta.
Y aunque no me perteneces,
Porque eres muy tuya,
Tu corazón comenzó a latir,
¡A toda máquina!
Y no hubo manera de pararlo
Hasta que llegamos a la siguiente estación.
Todo ocurrió en ese corto e intenso trayecto,
En la cabina nocturna que, cada noche,
Nos lleva de camino a la frontera de un nuevo día.
Es nuestro encuentro de medianoche
Que conecta el relato del día que acaba
Con los sueños que mañana comienzan.
Y yo, que creía que tampoco era de nadie,
Cada noche soy más tuyo.