Leo periódicos atrasados
cuando las noticias han muerto,
escucho el silencio que me rodea
envuelto en ruidos rutinarios,
miro el mundo a través de mi
cámara
pero sin atreverme a disparar
para no tener recuerdos,
y cuando por fin te encuentro
en la tapia de una iglesia,
una noche cualquiera,
de cualquier ciudad inexistente,
no puedo cerrar los ojos
ni huir de tu belleza.