La vida es una constante disyuntiva que nos induce a optar por una alternativa: podemos quedarnos varados, seguir de frente, retroceder, girar a derecha o izquierda, bajar, subir, ocultarnos ... pero todas ellas son "vida" y no deberíamos despreciarlas, lástima que sólo podamos elegir algunas. Continúa eligiendo, viviendo.
“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”. Fernando Pessoa
martes, 6 de diciembre de 2011
La sombra de tu abrazo.
Esta es Luna, la sombra de Alicia, la vecina de al lado, abrazada a Tempo, la sombra de Luis, el marido de Alicia.
Cada vez que observo la escena, normalmente desde mi ventana, se me revuelven los claroscuros porque, además de que estoy enamorado de Luna, sé que ella detesta la compañía del impresentable de Tempo. Si os dais cuenta Luna finje el abrazo y aprovecha para pisarle el pié derecho a Tempo.
Perdonad, pero no me he presentado, yo soy Oscuro, la sombra de "El Chema y él", bueno, una de sus sombras pues como es un personaje polifacético también anda con varias a la vez (sombras).
Tempo es una mala sombra, y aunque su dueño Luis es una excelente persona, siempre está enredando con las sombras de los amigos y vecinos. Se entromete en nuestras vidas, difunde falsos rumores de nosotros, se burla de las sombras ancianas, enfada a las de las niñas, patea las sombras de los perros y, si puede, abusa de alguna sombra femenina despistada.
En algunas ocasiones, cuando mi dueño está absorto en desventuras de ensueño, bajo corriendo a la calle y, eclipsando a Tempo, me abrazo fuertemente a Luna que me recibe con los grises abiertos. En esos grandes momentos somos una única y espléndida sombra que desprende la luz del amor verdadero asombrando a propios y extraños porque, cuando Luis y Alicia ya están separados, nosotros continuamos abrazados algunos instantes más.
Ya veis que las sombras tenemos vida propia y que nuestro mundo es tan fantástico como el de la luz, por tanto cuidad de vuestras sombras para que os sigan con cariño y fidelidad a todas partes y os protejan de necias sombras indeseables.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)