“Tal vez mi destino sea eternamente ser contable, y la poesía o la literatura una mariposa que, parándoseme en la cabeza, me torne tanto más ridículo cuanto mayor sea su propia belleza”.
Fernando Pessoa
Hay una de edad de esplendor y
otra de decadencia. Entre medias, aquello que llaman plenitud y que dura unas
décadas. El principio no cuenta, es preparación y el final nadie recuerda, es
olvido, pérdida y resignación.