En la esquina de mi memoria te
espero desde hace tiempo, aun sabiendo desde el primer momento que jamás
vendrías. Y sin embargo no desespero, pues otras gentes que pasan me traen
feliz compañía. Sé que cuando ya no esté vendrás a buscarme arrepentida, pero
sólo encontrarás el eco de mis palabras flotando en el aire de mi vieja
esquina.