sábado, 23 de febrero de 2019

Libre


Vivía atrapada en un matrimonio que ya no era el suyo. El amor hacía tiempo que quedó atrás, mientras su vida seguía avanzando en solitario. En alguna ocasión se había planteado salir de ahí, romper, decirle adiós para siempre, pero pesaba más el miedo, la incertidumbre, el qué dirán, su hija, la familia de él, la suya, la comodidad, la economía, la soledad y el sentimiento de culpa. No, no era un maltratador, aunque la trataba mal, era un pobre hombre que, como tantos otros, pensaba que él era el centro del universo. Hasta que un día, más bien una noche, encontró la solución a su gran problema. Fue él, el que marchó dejándola allí con sus dudas y sus desdichas. Por fin sería libre.